sábado, 25 de julio de 2009

por siempre EVITA


Uno vuelve al blog ..siempre vuelve ,y donde debe refugiarse ..en EVA ..recurre a los videos de youtube no importa cuales...busca uno y comienza a escribir...En esta mañana frìa de julio con heladas intensas piensa en los chicos descalzos ..piensa en los viejos sin abrigos..piensa en los que no tienen con que cubrirse y cierra los ojos para ver a EVITA.....en ese paìs màgico que no pudo ser ..con argentinos iguales ,con una PATRIA ..LIBRE..JUSTA Y SOBERANA....con gente feliz ,trabajando y llevando esa felicidad a los hogares..con niños y jòvenes estudiando y con un sol intenso brillando en las plantaciones de soja y trigo...con un sol intenso abriendose entre los lineos de los yerbales y un sapucay de inmensa alegrìa en los ojos de los tareferos....por eso siempre se vuelve al blog ..por eso siempre se vuelve a EVITA....milagro nuestro de la vida...pensando en la UNIDAD BASICA de mi vieja doña GENOVEVA que junto a mi hermana ISABEL una niña por entonces salian en un sulki a afiliar a vecinos ,hombres y mujeres, colonos humildes que creìan en la asitencia honrada del Peronismo.
FRAGMENTOS...(LA RAZON DE MI VIDA)
Cuando elegí ser "Evita" sé que elegí el camino de mi pueblo. Ahora, a cuatro años de aquella elección, me resulta fácil demostrar que efectivamente fue así.
Nadie sino el pueblo me llama "Evita". Solamente aprendieron a llamarme así los "descamisados". Los hombres de gobierno, los dirigentes políticos, los embajadores, los hombres de empresa, profesionales, intelectuales, etc., que me visitan suelen llamarme "Señora"; y algunos incluso me dicen públicamente "Excelentísima o Dignísima Señora" y aún, a veces, "Señora Presidenta". Ellos no ven en mí más que a Eva Perón.
Los descamisados, en cambio, no me conocen sino como "Evita". Yo me les presenté así, por otra parte, el día que salí al encuentro de los humildes de mi tierra diciéndoles "que prefería ser "Evita" a ser la esposa del Presidente si ese "Evita" servía para mitigar algún dolor o enjugar una lágrima.
Y, cosa rara, si los hombres de gobierno, los dirigentes, los políticos, los embajadores, los que me llaman "Señora" me llamasen "Evita" me resultaría tal vez tan raro y fuera de lugar como que un "pibe", un obrero o una persona humilde del pueblo me llamase "Señora". Pero creo que aún más raro e ineficaz habría de parecerles a ellos mismos.
Ahora si me preguntasen qué prefiero, mi respuesta no tardaría en salir de mí: me gusta más mi nombre de pueblo. Cuando un pibe me nombra "Evita" me siento madre de todos los pibes y de todos los débiles y humildes de mi tierra. Cuando un obrero me llama "Evita" me siento con gusto "compañera" de todos los hombres